Ya es una realidad en Francia. Las máquinas expendedoras tendrán que dejar de servir las bebidas en vasos de plástico y con paletinas fabricadas en este mismo material.
El pasado 22 de julio el Parlamento francés aprobó el proyecto de Ley sobre la transición energética para el crecimiento de la economía verde, un texto que incluye la prohibición total de los materiales plásticos en la industria alimentaria con el horizonte de 2020 como fecha límite.
La medida llevaba un par de años desarrollándose y, a pesar de los esfuerzos de la industria alimentaria y las asociaciones profesionales de fabricantes de este tipo de material, incluido también el sector del vending a través de su asociación nacional, ha salido adelante para acabar con este tipo de residuos, baratos en su elaboración pero caros para el medio ambiente.
A partir del 1 de enero de 2020, vasos, platos, tazas y cubiertos tendrán que estar fabricados al menos en un 50% con sustancias biodegradables procedentes de materias orgánicas, una posibilidad que ya existe en el mercado y que se ha probado con éxito en otras industrias.
En el caso del vending, la gran alternativa la representan los vasos de papel, hasta ahora más caros que el plástico y el poliestireno pero que, con el aumento de la demanda que se prevé, podría entrar en unos precios asequibles para los operadores y que no repercuta demasiado sobre el consumidor final.
Según declaraciones de empresas como Huhtamaki o Flo, los vasos de papel y cartón en estos momentos apenas representan un 10% de todos los que se comercializan en el mercado francés, un porcentaje muy pequeño teniendo en cuenta las exigencias del gobierno y los tiempos que se manejan para la erradicación definitiva del plástico.
La transición ya ha comenzado y aunque en primera instancia creó cierta inquietud entre las empresas fabricantes y los operadores, lo cierto es que como ya sucedió con las bolsas, el cambio se termina realizando sin demasiados obstáculos y pérdidas.
Las principales cadenas de cafés ya han firmado nuevos acuerdos con empresas fabricantes de vasos reciclajes como es el caso de Starbucks o Costa Coffee y, en el caso de las empresas especializadas en vasos para la distribución automática, ya existen productos que se adaptan a las exigencias de la nueva reglamentación, una normativa que empieza a extenderse por toda Europa y que no tardará en llegar a nuestro país, a pesar de que siempre vamos a la cola en cuestiones medioambientales.
No se ha calculado el impacto que tendrá en la industria del vending, aunque desde la NAVSAasumen la medida sin grandes lamentaciones y muy pendientes de cómo van a evolucionar los precios de los nuevos materiales.
En España podemos ir tomando nota y adelantándonos a una situación que no tardará en llegar a nuestro marco reglamentario.