Confeccionando el comedor perfecto para cada empresa: desde lo indispensable hasta lo ideal
HOSTELVENDING.com 20/11/2016.-Si te dijesen que para conocer si es necesario abrir un comedor en tu empresa hay que desempolvar un decreto que data de la Guerra Civil, posiblemente lo tomases a broma. Nada más lejos de la realidad, la ley vigente que recoge cuándo, cómo y qué empresas deben habilitar este tipo de espacios se remonta al año 1938.
Precisamente, fue la sentencia del Tribunal Supremo del año 2012 la que avaló la vigencia de la ley citada a pesar de sus muchas controversias; y es que, salvados ciertos tecnicismos de la época en la que se redactó, parece totalmente aplicable a la actualidad. ¿Pero qué es lo que contempla exactamente la normativa?
De acuerdo a esta legislación y la Orden Ministerial que lo desarrolla, existen hasta varios supuestos en los que obligatoriamente debería haber instalado un comedor, que se pueden resumir en los siguientes casos:
- Cuando el descanso del que disponga el trabajador para el almuerzo sea inferior a dos horas efectivas.
- Cuando lo soliciten la mitad de los empleados. Una vez esté solicitado, la empresa cuenta con un plazo de dos meses para su instalación.
- Las empresas con locales permanentes y más de 50 trabajadores. En este caso, según estipula la ley, los obreros deberán efectuar sus comidas a un módico precio y en un espacio que sea el adecuado.
- Las empresas con locales permanentes y menos de 50 trabajadores, aunque en este caso adecuándose el comedor y sus condiciones al tamaño de la empresa y sus posibilidades.
Asimismo, la normativa recoge que si concurriesen las circunstancias anteriores, el comedor debería contar como mínimo con todos aquellos útiles para efectuar la comida; es decir, mobiliario apropiado, agua corriente y acondicionamiento para calentar la comida, que puede ir desde un microondas, como mínimo, hasta una cocina completa.
Por supuesto, dentro de este contexto, y aunque la legislación no lo especifica, también es posible recurrir a diversas alternativas, como puede ser el reparto de “tickets restaurant”, un menú para trabajadores pactado con restaurantes o cafeterías de la zona o la contratación de un servicio de catering para la empresa.
Dejando de lado el tupperware: hacia la construcción de un espacio de trabajo único
Por supuesto, todas las referencias anteriores son únicamente los mínimos que cualquier empresa debería cubrir en caso de que estuviese dentro de los supuestos de la ley. Pero aún dándose el caso de que la empresa no estuviese obligada a habilitar un comedor para sus trabajadores, nunca estaría de más plantearlo.
Desde B2B Recursos Humanos, Consultora especializada en Recursos Humanos, destacan los beneficios que aporta la instalación de un comedor para cualquier empresa. De este modo advierten que con un espacio para la comida en el entorno laboral no solo se está ayudando a los trabajadores favoreciendo la conciliación entre vida laboral y familiar, sino que además abre la posibilidad de reducir el tiempo que trabajadores y trabajadoras pasan fuera de su casa, proporcionando mayor flexibilidad a los empleados.
Además, señalan que la productividad de la empresa tiende a mejorar con la instalación de un comedor, optimizando los tiempos de trabajo y descanso, y mejorando la relación entre los propios compañeros del trabajo.
En cuanto a la equipación, la consultora recomienda adaptar el comedor a las características de sus trabajadores y sus necesidades. De este modo, el objetivo debería ser convertir la experiencia del almuerzo, o los pequeños descansos, en un experiencia agradable y saludable.
Delimitando la franja horaria para comer
Por su parte, la Consultora de Recursos Humanos Felicidad en el Trabajo apunta también como un factor muy positivo el establecer un horario delimitado para el uso de la cocina y del comedor. Por ejemplo, en el caso de que la empresa cuente con cafetería propia, el horario debería ser por lo general más restrictivo que en el caso de que únicamente se cuente con un comedor donde los empleados traen su comida de casa o la preparan allí. No obstante, lo más recomendable es tener siempre un horario fijo para favorecer que los empleados puedan compartir el descanso dentro de un clima laboral adecuado.
Abrir un comedor básico supone un coste mínimo para cualquier empresa
Si bien a priori puede parecer algo bastante aparatoso, habilitar este tipo de espacios realmente supone un coste mínimo para la empresa, ya que el mismo comedor puede acoger diferentes usos, como reuniones, dinámicas de grupo o cualquier otra actividad de la empresa.
Por supuesto, cuanta mayor sea la equipación que se ponga a disposición de los trabajadores, mayor será el coste de la inversión inicial, aunque igualmente mayor será el valor añadido que percibirán los empleados.
A este respecto, la consultora Felicidad en el Trabajo destaca que para retener talento, especialmente de las nuevas generaciones como los Millenials y la Generación Z, no basta con ofrecer un buen salario, sino que es necesario crear el ecosistema laboral idóneo, algo que también se consigue desde el comedor de la empresa.