El reto del envase para la fruta «on the go» del vending
HOSTELVENDING.com 20/06/2017.- Como diría cualquier surfero: «las olas hay que saber surfearlas». El vending está viviendo desde hace un tiempo la introducción de nuevos productos saludables en su oferta. Esto se debe básicamente a dos cosas: la primera de ellas es la concienciación que cada vez más están teniendo los españoles sobre las dietas saludables, y por otro lado a la imagen de productos y ofertas poco saludables que quiere dejar de tener el sector. Aquí es donde se empiezan a ver las oportunidades para surfear y atraer a más consumidores hacia las máquinas automáticas, y, sin duda, una de estas oportunidades la representa la fruta.
La fruta es uno de los mejores alimentos que tenemos las personas. Es sana, saludable, fresca, dulce –o ácida, según nos guste-, se recomienda en todas las dietas y es recomendable para cualquier tipo de persona. Sabiendo todo esto, ¿Por qué no la vemos más en la oferta de los operadores del vending?
Dos de las razones que darían respuesta a esta pregunta serían el transporte –o entrega final- y la caducidad de los alimentos. Curiosamente, estos dos principales problemas se pueden resolver con una única solución: el envase.
Precisamente, la tecnología y el diseño del envase es lo que ha hecho a la empresa SanLucar interesarse por un proyecto universitario que ofrece una alternativa práctica al comercio de la fruta envasada. Lo más significativo de este nuevo formato es que permite llegar a nuevos nichos de mercado, a un perfil de consumidor que quiere comer fruta fresca en cualquier lugar y en cualquier momento. Esto es posible gracias a la forma fruit to go que ofrece el nuevo packaging de SanLucar.
«Se trata de una idea creativa muy orientada al cliente final, algo que, sin duda, está totalmente en línea con nuestra marca», asegura Javier García, Packaging Innovation Director de SanLucar, quien recuerda que de momento tan sólo se trata de un proyecto universitario llevado a cabo por alumnas de tercero de Ingeniería de Diseño en la EINA –Escuela de Ingeniería y Arquitectura de Zaragoza- y que ahora la empresa se encuentra estudiando su viabilidad.
En comparación con otros envases similares que también tienen forma de cilindro, una de las grandes innovaciones que ofrece la propuesta de SanLucar es la posibilidad que ofrece de contar con un espacio para depositar huesos y pepitas, con lo que refuerza, además, el concepto de «fruta para llevar». Asimismo, García remarca la «amplia visibilidad» del contenido –preservando al mismo tiempo la fruta de ser tocada en exceso- junto con su formato vertical, hace que el nuevo envase pueda resultar especialmente atractivo en el lineal de productos.
En concreto, el envase se presenta de forma cilíndrica y permite contener 250 gramos de fruta. Destaca, sobre todo, su ergonomía y la facilidad que ofrece para guardar la fruta y volver a sacarla sin mancharse y sin dañar el producto. Esto se consigue gracias a un sistema de desplazamiento. Su transparencia, por otro lado, permite un excelente visibilidad de su contenido y consta de pequeños agujeros para que la fruta respire y mantenga fresca. «Es cómo de transportar y es una solución muy práctica para el consumidor final», destaca García. Este envase está diseñado para fruta fresca que vaya a ser consumida en cualquier momento, como arándanos, tomate cherry o uvas desgranadas.
Desde SanLucar confiesan que el canal del vending es una propuesta que están dispuestos a contemplar siempre y cuando «permita preservar la calidad premium de un producto tan delicado como es el de la fruta y la verdura». En cualquier caso, lo más interesante de la apuesta de SanLucar es su interés por crear un packaging que igualmente resalta las cualidades del producto y pueda alargar su vida, lo que lo convierte en un producto especialmente atractivo a ojos del sector de la distribución automática.
Ya en las pasadas jornadas de Vending Madrid se dieron algunas de las claves para la introducción de snacks saludables en máquinas de vending. El Directo Comercial de Calidad Pascual, Javier Ribera Lahoz, explicó, por ejemplo, que aunque el mercado se dirija hacia productos más saludables, no nos debemos olvidar de que el objetivo está en que sigan siendo atractivos para alcanzar a su público, algo que también puede conseguirse a través del envase.
Así, a lo largo de los últimos años ya hemos conocido propuestas de packaging para frutas que quieren dar solución a este problema, como la que ofrece la empresa Fru&tube con sus envases también en forma de tubo. Por su parte, King John también acaba de aterrizar en los canales de distribución automática aunque esta vez de la mano de sus tarrinas Fruway, un producto de cuarta gama con fruta cortada y conservada en su jugo. La principal particularidad y que los hace únicos en el mercado es que ofrecen fruta natural, sin azúcares añadidos, que no necesita refrigeración y cuya fecha de caducidad alcanza los doce meses, superando una barrera muy importante para el vending.
En el caso de King John, se atreven con dos formatos, una tarrina de 120 gramos, que se comercializa con piña melocotón, pera y una macedonia, y un bot de 825 gramos con tapón de rosca que se mantienen frescos durante 7 días una vez abiertos y almacenados en el refrigerador.
Las nuevas tecnologías empleadas en el proceso de envasado han roto la barrera de parte de esas dificultades que se encuentran las frutas para triunfar en el vending. La empleada por King John es solo un ejemplo de las nuevas técnicas que emplea la industria para vender un producto natural, sin conservantes y capaz de aguantar el máximo tiempo posible.
Sin embargo, no todas las frutas y los productos desarrollados a partir de ellas tienen las mismas características , «la mayor dificultad que encuentra el operador es trabajar con un producto perecedero y en gran parte desconocido por el público». «Los aspectos técnicos son quizás el mayor reto para este tipo de productos ya que es necesaria una innovación constante en I+D»